Cuando se habla de Rumanía, la tierra de Drácula, inmediatamente nos imaginamos en un castillo medieval acechado por vampiros, pero los misterios y maravillas de Rumanía están lejos de acabarse. Nos ofrece un sinfín de cosas sorprendentes que debemos descubrir para conocer mejor esta tierra legendaria.
Así que vamos a hacer un viaje de descubrimiento.
¿Sabías que en Rumanía hay un cementerio feliz?
Sí, has leído bien. En el pueblo de Săpânța, situado en el extremo norte de Maramureș, cerca de la frontera ucraniana, hay un cementerio único. Su particularidad viene dada por sus tumbas decoradas con estelas funerarias de madera pintadas en vivos colores que representan una escena de la vida, una actividad o la causa de la muerte del difunto, acompañadas de un poema, a menudo humorístico, dedicado a la memoria del difunto. La historia comenzó en 1935, cuando un artesano local, Stan Ioan PATRAS, talló un primer epitafio en una cruz de roble, decorada con vivos colores.
Durante los siglos XIX y XX, no hubo uno, sino dos París.
Increíble, ¿verdad? El segundo París era, de hecho, la capital rumana, apodada «Pequeño París» por su sorprendente parecido con la capital francesa. Su arquitectura y estilo de vida eran similares a los de la capital francesa, lo que llevó a la ciudad a convertirse en un importante centro cultural francés. Cuando uno pasea por el Arco del Triunfo o el Ateneo Rumano, si no oyera a los lugareños hablar en rumano, creería realmente que está en Francia.
¿Sabías que el motor a reacción moderno fue inventado por el ingeniero rumano Henri Coandă en 1910?
El pionero de la aviación Henri Coandă construyó así el primer avión de propulsión reactiva, que fue presentado en el segundo Salón Aeronáutico de París. El primer vuelo fue corto y terminó con un accidente.
El Palacio del Parlamento, un rascacielos estalinista, está considerado el segundo edificio más grande del mundo, sólo superado por el Pentágono en Estados Unidos.
Unos 700 arquitectos y 20.000 trabajadores participaron en el diseño y la construcción del edificio. Contiene 3.500 toneladas de cristal, 480 candelabros y 700.000 toneladas de acero y bronce utilizadas para las puertas y ventanas monumentales. Según el Guinness World Records, el Palacio del Parlamento también ha sido declarado el edificio más pesado y más caro del mundo.
El azul de Voroneț, un color único en el mundo, puede verse en el Monasterio de Voroneț, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Conocido como la «Capilla Sixtina de Oriente», este monasterio es una verdadera obra maestra del arte bizantino. Escondido en un remoto pueblo de Voroneț, al norte de Rumanía, fascina a los visitantes con sus murales que se han conservado durante seis siglos sin ninguna intervención humana. En la pared sur, el fresco que representa el árbol de Jesé está pintado sobre un gran fondo azul, el famoso azul Voroneț. Los especialistas explican que este color se fabricaba con azurita, una piedra en polvo, mezclada con una sustancia orgánica probablemente hecha de cal y caseína extraída del queso fresco de vaca. A continuación se aplicó el color sobre un fondo negro de carbón.
Rumanía puede presumir de otra cosa sorprendente: tiene la escultura de piedra más alta de Europa.
Esta es la estatua de Decébalo, el último rey de los dacios, que gobernó del 87 al 106. La estatua está esculpida en el desfiladero del Danubio y ha necesitado diez años de trabajo y doce escultores para completarse. Cuando estás en el agua, el rey de los peces te observa.
Bajemos a las profundidades de la Tierra para visitar «Salina Turda», una surrealista mina de sal situada en Transilvania.
Explotada desde la antigüedad, esta mina de sal parece sacada de una película. Los depósitos de sal de Transilvania se formaron hace 13,5 millones de años en el fondo de un mar poco profundo en un clima tropical. Única en el mundo, esta antigua mina de sal no es sólo un parque de ocio, sino también un centro de haloterapia: ¡tratamiento con sal!
Cuando te pongas al volante, podrás conducir por la carretera más bonita del mundo, La RutaTransfăgărășan.
Con 116 km de longitud, la Transfăgărășan atraviesa los montes Făgăraș, de ahí su nombre. Se construyó entre 1970 y 1974 bajo el régimen comunista de Nicolae Ceaușescu en respuesta a la invasión de Checoslovaquia por parte de la URSS en 1968.
La carretera pretendía proteger las fronteras del país de otras invasiones similares.
El castillo de Peleș, situado en Sinaia, fue el primer castillo de Europa iluminado completamente con electricidad.
Fue producido por una central eléctrica construida a orillas del Peleș. Además, el sistema de calefacción del castillo, instalado en 1888, sigue funcionando en la actualidad.
Para terminar el viaje con una nota romántica, tenemos que mencionar otra cosa sorprendente: Rumanía tiene el poema de amor más largo del mundo.
Ahora sí que estás enamorado, ¿no? El poema «Luceafărul» (La estrella de la tarde) del famoso poeta Mihai Eminescu (1850-1889) ha entrado en el Libro de los Récords por «el poema de amor más largo» con 98 estrofas. El amor es hermoso, pero también lo es Rumanía.
