Las vacaciones de invierno son muy importantes para los rumanos. Dicho esto, la Navidad sigue siendo la fiesta más importante del año para ellos y se celebra con generosidad. Celebrada el 25 de diciembre de cada año, esta fiesta conserva toda su tradición religiosa y su folclore.
Religión en Rumanía
Rumanía, un país fuertemente marcado por la fe y la espiritualidad, es una república laica en la que domina claramente la ortodoxia, con más del 85% de creyentes. Entre las demás confesiones, los católicos (5%) y los protestantes (3,5%) son los más numerosos. Durante los años del comunismo, la religión estuvo marginada, pero tras la caída de Ceaușescu en 1989, se expandió enormemente dando lugar a la construcción de muchas iglesias por todo el país.
La tradición de San Ignacio de Antioquía: el cerdo.
Los preparativos para la fiesta de Navidad comienzan con mucha antelación para que todo esté perfecto durante el periodo festivo. La fiesta de la Navidad comienza, pues, con el sacrificio del cerdo después del día de San Ignacio de Antioquía, el 20 de diciembre. Se dice que en la noche anterior a Ignacio, los cerdos sueñan que los van a matar. Se dice que esta tradición tiene su origen en la época precristiana, cuando la gente sacrificaba sus animales, principalmente cerdos, y los entregaba como ofrenda a los dioses como agradecimiento por el año que acababa de pasar. Tras el sacrificio del cerdo, se quema la piel y se elimina el pelo con un cuchillo. Después se prepara cuidadosamente la carne de cerdo: salchichas caseras llamadas «tobă» o «caltaboși», gelatina de carne llamada «piftie», corteza o «șorici» y el famoso «sarmale», que es el plato favorito de los rumanos: hojas de chucrut rellenas de carne de cerdo picada y sazonada con diferentes especias. Después de haber probado todos estos platos de carne, hay que endulzar con un «cozonac» que es una especie de brioche dulce y un poco de vino caliente.
Papá Noel o Moș Gerilă
Papá Noel o Moș Crăciun, como se le conoce hoy en Rumanía, estuvo prohibido durante 50 años en la época comunista. Cuando los comunistas llegaron al poder, se distanciaron de la Iglesia porque sus valores no eran compatibles con su doctrina. En Rumanía, un país de amplia mayoría ortodoxa, se destruyeron iglesias y se dejaron de lado tradiciones como Papá Noel, San Nicolás y la Pascua, símbolos que los comunistas querían borrar de la conciencia colectiva.
En esa época, Papá Noel fue sustituido por un alter ego laico llamado «Moș Gerilă» o «Père Du Gel», inspirado en un personaje soviético «Ded Moroz». Vestido con ropas rojas y blancas, Moș Gerilă venía a traer regalos a los más pequeños, pero esto tenía lugar el 30 o 31 de diciembre bajo el árbol de invierno «pom de iarnă» y no bajo el árbol de Navidad (bradul de Crăciun).
La tradición del árbol de Navidad y los villancicos en Rumanía
Tradicionalmente, el árbol se decoraba el 24 de diciembre, pero hoy en día los rumanos prefieren ponerlo antes. Se mantiene hasta el día de San Juan, el 7 de enero. En la religión ortodoxa no existe la guardería navideña.
Después de decorar el árbol, los niños, así como los adultos en algunas partes del país, van a su pueblo o barrio para cantar de casa en casa. Se llaman «colindători». Estas canciones navideñas son de carácter religioso y anuncian el nacimiento del niño Jesucristo. Los «colindători» reciben, según la tradición, pretzels llamados «colaci», rosquillas, dulces, manzanas o dinero. A continuación, los niños y los adultos se dirigirán a la iglesia para participar en la misa de la Natividad. En la noche del 24 al 25, Papá Noel o «Moș Crăciun» pasa por cada hogar donde los niños han sido buenos para dejar regalos.
Tradiciones en el campo rumano
En el campo, la tradición de los villancicos adquiere una dimensión diferente. Los «colindători» visten hermosos trajes tradicionales, llevan campanas, tambores y látigos y hacen ruido para ahuyentar a los malos espíritus. En algunas regiones de Rumanía, las canciones se acompañan de danzas como la del Oso o la de la Cabra (especialmente en Moldavia y Bucovina).
La danza del oso en Bucovina y Moldavia
La Danza del Oso es un ritual ancestral único en el mundo que se prepara en el periodo de Navidad a Año Nuevo en el norte de Rumanía (Moldavia, Bucovina, Maramureș). Personas vestidas con pieles de oso con pompones de colores, a veces incluso con patas con garras afiladas y una cabeza de oso, realizan una danza ritual al ritmo de un tambor. Los disfrazados de oso, conocidos como «ursari», imitan los movimientos, el comportamiento y el sonido del oso. La función de este ritual es alejar los malos espíritus y marcar el paso al nuevo año.
La danza de la cabra en Bucovina y Moldavia
La danza de la cabra o «mersul cu capra» (ir con la cabra) es otra tradición festiva rumana que también tiene lugar durante las vacaciones de invierno. Se trata de una antigua y frenética danza ritual, acompañada de sonidos de látigos, campanas y tambores. Significa la muerte y el renacimiento, el momento del paso al nuevo año. La cabra está representada por un joven con un traje multicolor, vestido con un «macat», una manta de lana con diversos dibujos y diseños, con cuernos reales de cabra o de ciervo y otros pompones de colores. El joven está acompañado por otras figuras que simbolizan a pastores, ancianos y bailarines vestidos con trajes tradicionales rumanos. Van de casa en casa donde bailan y saltan para asustar a los invitados. Esta antigua costumbre pretende ahuyentar a los malos espíritus y atraer la buena suerte y la felicidad en el Año Nuevo.
El menú de Navidad en Rumanía
En Nochebuena, cuando se espera que los «colindători» toquen el timbre para anunciar el nacimiento de Jesucristo, todos los rumanos y sus invitados están en plena preparación de deliciosos platos navideños. Después de escuchar los villancicos y participar en los maravillosos bailes del Oso o la Cabra, por fin podrá sentarse a la mesa. Empezamos con los entrantes que consisten en răcituri o piftie (gelatina de carne), los diferentes tipos de salchichas de cerdo rellenas de murături y los embutidos tradicionales como tobă y șorici (corteza). Si todos estos productos del cerdo son demasiado, puede probar el caviar de berenjena, los huevos rellenos o la ensalada «icre», que es una ensalada de huevos de pescado. Para hidratarse un poco, se puede beber vino caliente o țuica o pălinca (aguardiente con especificidades regionales) que también se beben calientes y a los que se puede añadir unos granos de pimienta. La țuica es conocida por abrir el apetito y se abre hacia la continuidad de la comida navideña con un ciorbă de perișoare o con el delicioso sarmale acompañado de un poco de crema fresca y polenta. Y como no se puede terminar una comida así sin un postre abundante y sabroso, hay que probar el famoso cozonac mientras se espera a Moș Crăciun con sus regalos.
La Navidad en Rumanía es una época muy especial del año y los rumanos son especialmente aficionados a esta época festiva y familiar. Por eso es importante para ellos respetar todas las costumbres y tradiciones del país. Las vacaciones de invierno rumanas están llenas de tradiciones, supersticiones y costumbres transmitidas de generación en generación. La gastronomía ocupa un lugar especial en esta época encantadora, lo que la hace aún más bella.
Si el «sarmale» y el «cozonac» aún no le han convencido para pasar una Navidad en Rumanía, quizás lo hagan los bailes de la Cabra o del Oso. ¡Feliz Navidad!
Un poco de vocabulario rumano para las fiestas:
- ¡Feliz Navidad!: Crăciun fericit!
- Papá Noel: Moș Crăciun
- Feliz Año Nuevo: An Nou Fericit ! ¡Feliz cumpleaños! (a utilizar en todas las circunstancias de hecho para esta segunda parte: cumpleaños, fiestas…).
- Villancicos: colinde
Comida navideña:
- sarmale – chucrut u hojas de parra (según la región) rellenas de carne de cerdo picada y sazonada con diversas especias
- salată de ternera (ensalada rusa) – verduras al vapor (o hervidas): zanahorias, apio, patatas, guisantes, verduras en escabeche (pepinillos, pimientos y tomates verdes), todo ello picado y mezclado con aceitunas, carne de ternera cocida y cortada en rodajas finas, y ligado con mayonesa
- ciorbă de perișoare – una sopa de verduras ligeramente ácida con salvado fermentado, con albóndigas de cerdo.
- Asado de cerdo – condimentado con verduras en escabeche o ensaladas mixtas o «mujdei de usturoi» que es una salsa picante rumana y moldava, hecha de dientes de ajo machacados y molidos hasta formar una pasta, salada y mezclada enérgicamente con aceite vegetal, a menudo agua y aceite de girasol, o con agua.
- Racituri o piftie (gelatina de carne): patas, orejas y cabeza de cerdo en aspic, acompañadas de una ensalada de remolacha rallada y rábano picante, conservadas en una mezcla de agua con azúcar y vinagre.
- Salchichas frescas de cerdo, que luego se asan o se fríen, cubiertas con murături – encurtidos, pimientos de tomate, tomates verdes, remolacha, zanahorias, pimientos rojos Kapia en salmuera.
- Varios productos de charcutería tradicional: tobă – intestinos de cerdo rellenos de gelatina de carne, hígado y corteza; caltaboș – una especie de morcilla.
- Cozonac – un brioche relleno de frutos secos y cacao que requiere un largo tiempo de preparación que comienza temprano en Nochebuena. El amasado de la masa debe durar varias horas. El relleno consiste en nueces trituradas, pasas, vainilla, ron, rahat o lokum.
